A los segundos la joven se pone de pie y sigue su camino, el autor la mira alejarse y se imagina su vida, el motivo por el cual llora de esa manera, el por qué de esa mochila, el por qué de esa mirada, el por qué de la dirección en que se fue, el por qué de tantas cosas que tuvo que inventar con tanto cariño… Esa misma noche el autor escribe las primeras líneas de lo que sería Melodrama, siendo Aída el nombre que eligiese para el personaje principal de su opera pop prima.
El verano próximo a ese encuentro se termina la primera versión del largometraje de Melodrama. Las versiones siguientes tardaron un año hasta llegar a la final. A partir de ese momento un grupo de amigos de la Escuela de Cine ARCIS se juntan para llevarla a cabo con mínimos recursos y con máximos cursos. Lo faltante en Melodrama llegó por azar, y el azar ha sido lo que hasta el día de hoy permite que se escriba lo que aquí lees querida (o) amiga(o), y en un tiempo más permitirá de la misma manera que veas lo que queremos que veas querida (o) amiga(o).
Definitivamente quizás.